Desde aquí puedo verlo todo... es decir... la nada! Porque a mi alrededor no hay nada más que arena y arena... y arena! Ni un vestigio de civilización... ni un ser humano... ni siquiera algún animal...
Lo único que me queda es esta foto de mi hija, junto a su amiga...
Espero que ella esté bien... que sea feliz... Ya debe ser una señora mayor, con nietos tal vez! El tiempo ha pasado velozmente a través del túnel...
Maldito sea el momento en que acepté hacer este viaje a Marte!!!Claudio Camerucci, Pigüé, abril de 2012.
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